El coraje iluminó el viejo mundo con la nueva luz.

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sábado, 21 de mayo de 2011

Trakai.


Plano de Trakai.
    Trakai es una ciudad lituana que se encuentra a poco más de 25 kilómetros de su capital. Para llegar hasta ella, puedes apuntarte a una de las muchas excursiones que salen desde Vilnius y que seguramente te ofrecerán en el hotel (a nosotros nos pedían una media de 30 euros por persona, tanto adultos como niños), alquilarte un coche o la opción que elegimos nosotros: comprar un billete de autobús que sale de la estación de autobuses y cuesta alrededor de 3 euros. Y los niños no pagan. El viaje fue estupendo salvo por un pequeño detalle: el viaje de vuelta lo hicimos en un autobús sin aire acondicionado, en plena ola de calor del año 2010. Aunque no es normal que la temperatura suba de los 30º C, siempre es muy recomendable llevar agua suficiente para evitar deshidrataciones.

Parking en Trakai.

   Si optas por ir en coche, desde que llegues encontrarás a muchos lugareños ofreciéndote un sitio en su terreno para dejar el coche por poco dinero. Es la mejor opción, porque si no llegas temprano, en la calle te será imposible aparcar. Si lo haces, recuerda sacar un ticket en alguna de las máquinas colocadas para ese fin.

   Sin ninguna duda, el principal atractivo de la ciudad es su castillo, y las excursiones suelen ir a él directamente, pero otra de las ventajas de ir en autobús, es que te permite llegar hasta él paseando por la ciudad disfrutando de sus pintorescas casas y sus paisajes. Son aproximadamente 2 kilómetros muy agradables.

   El castillo de Trakai.
Castillo de Trakai.
    La fama que tiene este edificio es más que merecida. Su ubicación, en una pequeña isla rodeado de lagos, le da un toque de distinción. Para llegar a cruzar su puente levadizo, tendrás que atravesar otros dos puentes de madera sobre el río. Su construcción finalizó alrededor del año 1350 y fue sede de los reyes durante el reinado de Vytautas el Grande. Posteriormente, el auge de Vinius fue parejo a la pérdida de la importancia de Trakai y su castillo. Hoy en día, ha recuperado su imponente silueta que parece emerger de entre las aguas.
Patio del Castillo de Trakai.


Instrumentos de tortura.
     El color rojizo resalta sobre el azul del lago que le rodea por todos sus lados. Si tienes la suerte de verlo en un día con sol, ese contraste se acentúa y le hace todavía más espectacular. Nada más entrar, verás un gran patio de armas que sirve a su vez de distribuidor para todas las estancias visitables, que son muchas. En él además podrás ver una selección de aparatos que se utilizaban con los presos y hacerte un foto sintiendo lo que debían sentir aquellos que algún día, muy a su pesar, los sufrieron.


Maqueta del Castillo de Trakai.


Carroza.

Sala de trofeos.


 
   


Habitación.

Pipas.

    Recorrerlo entero, viendo todas sus salas, te puede llevar varias horas. En la entrada te darán un pequeño plano con el recorrido recomendado, aunque no hay ningún problema si te lo quieres saltar e ir a tu aire. Si tienes prisa, puedes fijarte en alguno de los numerosos grupos de turistas, que suelen ir a visitar las salas principales, pero al ser estancias en su mayoría muy pequeñas, verlas con tanta compañía te será difícil.
  


Relieve de batalla.
      En su interior podrás ver alguna recreacción de cómo estaba amueblado cuando se encontraba habitado, con salas de reuniones, recepciones o habitaciones, y colecciones de lo más diverso, desde útiles de caza hasta preciosas pipas talladas en marfil. 


    Una vez terminada la visita, puedes darte un paseo por el sendero que lo bordea antes de volver a cruzar la pasarela, alquilar un bicicleta, una barca de pedales, de remos e incluso un velero con patrón incluído.

Torre y bicicletas.

Barcas de remos.

Velero.

Barcas y barqueros.
Pasarela al Castillo de Trakai.




     Cuando regreses, te recomiendo que gires a la derecha después de la última pasarela y antes de volver a adentrarte en el pueblo. Junto a varios puestos en los que podrás comprar todo tipo de recuerdos, desde tallas en madera, pasando por los típicos gorros de lana o los no menos típicos de antiguo ejército soviético con los que te puedes fotografiar por 1 Lt., te encontrarás varios restaurantes donde comer sin pagar mucho dinero desde kebab o kibinai (unas empanadillas locales con varios rellenos buenísimas), hasta platos más elaborados en restaurantes más elegantes. Varios de ellos tienen terraza desde la que podrás disfrutar de una vistas privilegiadas del castillo, si el tiempo lo permite. Paralelo al lago, discurre un camino desde donde podrás sacar las mejores fotos. 

Nenúfares.
      
Gorras del ejército.

    






Gorros típicos.
  

    Qué más ver en Trakai.
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Iglesia Ortodoxa.


Sinagoga de Trakai. Siglo XVIII.

Antigua oficina postal de Trakai.
    De la estación de autobuses al Castillo hay poco más de 2 kilómetros. Para no perderse nada, lo mejor es hacer el recorrido de ida por las calles que transcurren por el interior (Vitautu gatve y Karaime gatve) y volver por la que bordea el lago (Trakai gatve hasta, de nuevo, Vitautu gatve). No hay pérdida, porque sólo están estas dos calles amplías que avanzan paralelas. Si no te has llevado suficientes provisiones, puedes comprar comida y bebida en alguna de las tiendas que están en la calle principal. Están bien surtidas, a excepción de bebida fría en días calurosos. No suelen ser demasiados al cabo del año, y no están suficientemente dimensionados para toda la demanda que se da en esos picos de calor, algo totalmente lógico y razonable. A la ida, se puede visitar la Iglesia Ortodoxa del Nacimiento de la Sagrada Madre de Dios y la Sinagoga del Siglo XVIII. Fuera de estos edificios singulares, a los que se podría sumar la antigua Casa de Correos, merece la pena fijarse en las casas de madera de vivos colores que alegran el paisaje, algunas de ellas reconvertidas a Bed&Breakfast a precios muy asequibles. Si la vuelta se hace bordeando el lago, se verá la “parte trasera” de la pequeña ciudad, oculta a los ojos de la mayoría de los turistas que van y vienen en autocares por la vía principal. Es un paseo totalmente recomendable.

Casas de colores.

Casa con jardín.

Tienda.

Barcas en el lago.

 
 











5 comentarios:

  1. Ohhhh ya se ha terminado? Ha sido realmente increible, creo que conseguiste transportarme alli mismo con tu elocuente narrativa. Me ha encantado. Espero con ilusión el proximo recorrido. Saludos

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  2. voy a trakay en dos semanas y me ha parecido realmente didactico e interesante, gran trabajo amigo.

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    1. Muchas gracias. Seguro que te gusta Trakay y el resto de Lituania. Si puedes, te recomendaría visitar también Estonia y Lituania, para aprovechar el viaje hasta allí. Son países relativamente pequeños que se pueden recorrer en poco tiempo. En http://viajediferente.blogspot.com.es/2010/09/paises-balticos-estonia-lituania-y.html puedes ver el recorrido que hicimos nosotros. Ya nos contarás a la vuelta. ¡ Buen viaje !
      Un saludo.

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