El coraje iluminó el viejo mundo con la nueva luz.

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martes, 30 de abril de 2013

Manzanares el Real.


Castillo de Manzanares el Real.
   Manzanares el Real es un municipio madrileño situado a los pies de la Sierra de Guadarrama, con una población cercana a los 7.000 habitantes. Se encuentra en pleno Parque Natural y junto al embalse de Santillana,  uno de los más importantes de la Comunidad de Madrid, con 91 Hm3 de capacidad y con el añadido de ser uno de los que regula el caudal del río Manzanares, que atraviesa esta localidad y es el más famoso de cuantos fluyen por  la ciudad de Madrid, aunque para algunos llamarle río pudiera resultar excesivo, sobre todo si se le compara con los que atraviesan otras capitales europeas. Su principal atractivo es el Castillo de los Mendoza, una imponente edificación con origen militar del siglo XV.

Logo Taberna de Antioquía.
Entrada y balcón.
   Pero el objeto de esta entrada no es Manzanares el Real ni su castillo, sino un “restaurante diferente” situado justo en la plaza del municipio, frente al edificio del Ayuntamiento: La Taberna de Antioquía. Su dirección da idea de su céntrica situación: Plaza del Pueblo Nº 7.

   Lejos de lo típico de esta zona, este no es sitio de  grandes asados, entrecots ni chuletones de buey de 750 gramos, pero la comida, el trato, la presentación y la decoración, nada recargada, sorprenden gratamente.

Ayuntamiento desde
La Taberna de Antioquia.
Entrantes.
   Se podría considerar un moderno restaurante de diseño o alta cocina, pero, a diferencia de otros muchos donde el nombre del plato ocupa más que la cantidad de comida en él, aquí no nos quedaremos con hambre, si es que eso es algo que nos preocupe.

   Ofrecen de un menú con entrantes, plato principal y postre por 20 euros, y otro de degustación por 35, con el que se pueden probar una selección de los platos de la carta y quedarnos con los que más nos agraden para una próxima visita. La atención es algo a destacar, desbordando amabilidad y sonrisas, y a eso hay que añadir una explicación detallada de cada uno de los distintos platos elegidos por los comensales ofrecida por la persona que lo sirve.

Entrada Taberna de Antioquia.
Primero.
   Y si nos queda alguna duda, no les importa en absoluto que se les pregunte, e incluso el chef, Miguel Ángel Fernández, te atenderá amablemente para resolverla. Todo esto, que debería darse por descontado, es algo que últimamente parece la excepción, y no es tan fácil de encontrar, ya sea por la antipatía o estrés que te trasmiten en algunos lugares, o el agobio en el trato en otros, llegando a ser demasiado empalagosos y no permitiéndote disfrutar de la comida con tranquilidad.

Escarcha de Manzana verde
 Granni Smith y menta fresca.
   En mi caso, disfruté de un maravilloso rabo de toro estofado al vino tinto con crema de patata y calabaza totalmente recomendable, además de los entrantes: croqueta de gambas al ajillo, mini quiche de bacón y puerros y rulo crujiente de vegetales con salsa agridulce hecha en casa. Los postres también se encuentran a la altura y son el broche perfecto para una buena comida.


Helado de leche merengada
 con galleta de canela.
   Disponen de página web, http://www.antioquiasoul.es/ donde se puede consultar la carta y conocer alguno de sus platos. Además, varias veces a la semana suben recetas en http://latabernadeantioquia.wordpress.com/ , por si nos queremos animar en la cocina. Conviene revisar la disponibilidad y llamar con antelación para reservar mesa, porque en días señalados o fines de semana podemos encontrárnoslo completo.

   Sin duda, un “restaurante diferente” que me sorprendió de tal manera que me dio la idea de comenzar con esta nueva variedad en las entradas del blog: “sitios diferentes”.

Cómo llegar.

Plano de Manzanares el Real.
   Se llega a Manzanares por la carretera M-608, que une la localidad de Venturada, en el kilómetro 50 de la A-1, con Collado Villalba, en el kilómetro 39 de la A-6. Si se viaja desde Madrid capital, es más directo acceder por la M-607 hasta Colmenar Viejo. Sin entrar en Colmenar, por la circunvalación, hay que desviarse por la M-609 y pocos kilómetros adelante, salirse por la vía de servicio para enlazar con la M-608 hasta Manzanares.

   Una vez hemos llegado al municipio, lo más práctico es dejar el coche en un parking que hay justo detrás de la fachada principal del Castillo, por donde se encuentra la entrada a pie para visitantes, y desde allí desplazarse andando. Las distancias entre cualquier punto son muy cortas, así que enseguida llegaremos a la plaza del pueblo guiándonos con el GPS o, mucho más práctico, preguntando a cualquier persona con la que nos crucemos, como se ha hecho toda la vida. Se puede ver el plano adjunto más grande pulsando sobre él, como con el resto de imágenes.

   En transporte público, se puede llegar en autobús desde Madrid, cogiéndolo en Plaza Castilla. Se pueden consultar todos los horarios en la web del ayuntamiento de Manzanares. La parada está situada justo debajo del Castillo de los Mendoza.

Qué visitar.

Sus castillos.

Fachada del Castillo de Manzanares.
Muralla lateral del
Castillo de Manzanares.
El principal atractivo de Manzanares el Real es el Castillo de los Mendoza, como se decía al principio de esta entrada. Es un ejemplo de la arquitectura militar castellana del siglo XV, y uno de los mejor conservados de la época medieval, realizado en estilo gótico tardío con influencia mudéjar. Fue declarado Monumento histórico artístico en 1931 y en él se firmó el Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid en 1983. Es precisamente la Comunidad de Madrid el organismo que lo administra actualmente, aunque sigue siendo de propiedad privada, perteneciendo al Duque del Infantado. En su interior dispone de varias salas que se emplean para exposiciones, reuniones, conferencias e incluso para pequeños conciertos de música clásica.

Entrada al Castillo
 de Manzanares.
Torre del Castillo
 de Manzanares.
Todo el conjunto está rodeado por una barbacana perimetral, con una única entrada a través de una vistosa puerta orientada a Poniente flanqueada por dos robustos cubos defendidos por matacanes de piedra. Las restauraciones llevadas a cabo en 1914-15 y las décadas de los 60-70, así como las obras de mejora en 2005, han dejado al castillo en perfecto estado de visita.


Además de este castillo, se puede visitar otro, el Castillo viejo, del que apenas quedan dos muros en pie, situado pasado el río Manzanares, junto al cementerio. Nada que ver con el de los Mendoza, que de hecho se alimentó de algunas de sus piedras para su construcción, condenándole al abandono. Actualmente se conserva lo poco que queda de él rodeado de jardines.

Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves.

Iglesia de Nuestra Señora
de las Nieves.
   Fue fundada a principios del siglo XIV pero reedificada a finales del XV o principios del XVI. Si se quiere visitar su interior, hay que acudir en horario de culto religioso. Su estilo no está claramente marcado, mezclándose el gótico y el románico, debido a las modificaciones que ha sufrido a lo largo de su historia.

    Se encuentra junto a la Plaza del Pueblo y muy cerca del Castillo, en la calle principal del municipio (no la carretera M-608 que lo circunvala). 




Mirador del pantano.

Vistas del Castillo desde
el mirador del pantano.
   Si lo que queremos es disfrutar de las mejores vistas del pueblo y su entorno, es recomendable ir al mirador del pantano, situado al otro lado del mismo, justo enfrente del Castillo. No está muy indicado, así  que es complicado llegar para quien no lo conoce. Lo más sencillo es seguir las indicaciones al cementerio, y una vez llegado a su puerta, seguir por esa carretera hasta cruzar por un puente por encima de la cola del pantano. Justo después, hay una explanada donde poder dejar el coche, algo obligatorio puesto que a partir de ese punto está prohibido el acceso para vehículos a motor.

   Desde ese punto, se puede seguir a pie por una carretera asfaltada que bordea el pantano, teniendo como fondo Manzanares con su castillo y la sierra justo detrásUn paseo altamente recomendable a píe o en bicicleta, y apto incluso para carritos de bebé.

La Pedriza.

La Pedriza desde
el mirador del pantano.
   Desde el mismo pueblo sale una carretera que nos lleva a La Pedriza, el mayor conjunto  granítico de Europa. A escasos kilómetros de Manzanares se encuentra el parking de Canto Cochino, donde habrá que dejar el coche en una de sus 250 plazas y disfrutar de maravillosos paseos a pie por esta sierra de gran interés paisajístico, geológico y deportivo, sobre todo para los escaladores, con cerca de 1.000 vías de escalada de todas las dificultades. Los picos más altos son Las Torres de la Pedriza, con 2.029 metros de altitud.

Ni que decir tiene que debido a todos los atractivos y su cercanía a la capital, el parking se suele llenar con facilidad, por lo que conviene madrugar si se quiere tener acceso a una de sus plazas.

Todos estos parajes y monumentos llevan en el mismo sitio muchísimos años. Ahora, además de ellos, tenemos otro lugar interesante para visitar, y ya sabemos dónde comer en Manzanares el Real.

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